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  Nuestra manera de trabajar es multidisciplinar, ya que consideramos que cada  persona es única y puede necesitar diferentes recursos .



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La pedagogía desde el arte

Ana María Avila Sanchez Jofre • 16 de noviembre de 2020

LA PEDAGOGÍA DESDE EL ARTE

LA PEDAGOGÍA DESDE EL ARTE
Una persona que recibe educación artística a temprana edad tiene mayores oportunidades para desarrollar su sensibilidad y su capacidad intelectual. Vincular el arte a los procesos educativos, tiene como fin ofrecer a los niños y niñas nuevas herramientas de comunicación y expresión de sus emociones e ideas. 
La unión de la educación y las artes impacta positivamente en el tejido neuronal de las niñas y niños, fortalece la autoestima, salvaguarda la identidad cultural y propicia el pluralismo, el reconocimiento y el respeto por los otros. 
Funciones como la atención, memoria, capacidad visuoespacial, etcétera están directamente asociadas a los procesos de creación artística.

EL CEREBRO ARTÍSTICO
Las neuroimágenes cerebrales revelan algunos indicios de por qué las actividades artísticas son tan importantes. 
Como podemos ver en la figura cada actividad artística activa diferentes regiones cerebrales. La música se procesa en la corteza auditiva que está en el lóbulo temporal, las artes que conllevan movimiento como el baile o el teatro activan la corteza motora, las artes visuales como la pintura se procesan principalmente en los lóbulos occipital y temporal, mientras que la poesía o la prosa implican a las áreas relacionadas con el procesamiento lingüístico.

¿POR QUÉ ENSEÑAR LAS ARTES?
Los estudios que han analizado la implementación de la educación artística en el aula han revelado que los efectos más potentes se encuentran en aquellos programas que se integran plenamente en las asignaturas del currículo y que cuando ocurre esto se obtienen múltiples beneficios relacionados con el aprendizaje de los alumnos y su comportamiento:
• Existe un mayor compromiso emocional de los alumnos en el aula.
• Los alumnos trabajan de forma más activa y aprenden unos de otros.
• Los grupos de aprendizaje cooperativo convierten las clases en comunidades de aprendizaje.
• Se facilita el aprendizaje en todas las asignaturas a través de las artes.
• Los profesores colaboran más y tienen mayores expectativas sobre sus alumnos.
• El currículo se vuelve más real al basarse en un aprendizaje por proyectos.
• La evaluación es más reflexiva y variada.
• Las familias se involucran más.

MÚSICA
La música nos produce bienestar porque estimula nuestro sistema de recompensa cerebral que libera dopamina y eso nos hace sentir bien. Es beneficioso desde la perspectiva emocional escuchar música, pero desde la perspectiva cognitiva es mejor practicarla. 

ARTES VISUALES
El cerebro humano ha desarrollado una extraordinaria capacidad para crear imágenes mentales internas e incluso, se ha demostrado en estudios con neuroimágenes que se activan las mismas regiones cerebrales al ver una escena real que al imaginarla 

¿Qué puede aportar una clase de dibujo?
• Utilización de herramientas y materiales: los alumnos aprenden las técnicas propias de la disciplina utilizando, por ejemplo, pinceles y lápices o pintura y arcilla.
• Participación y perseverancia: los alumnos aprenden a comprometerse con la materia a través de los proyectos realizados.
• Imaginación: los alumnos aprenden a visualizar e imaginar situaciones que se alejan de la mera observación.
• Expresión: los alumnos aprenden a transmitir una visión personal en sus trabajos.
• Observación: los alumnos aprenden a utilizar una mirada propia y a percibir detalles menos obvios.
• Reflexión: los alumnos aprenden a explicar, justificar y evaluar lo que realizan con un espíritu crítico.
• Exploración: los alumnos aprenden a ir más allá de sus creaciones, a tomar nuevos riesgos y a aprender de sus errores.
• Comprensión del mundo artístico: los alumnos aprenden a relacionarse con el arte y a entender todo lo asociado a él como galerías, museos, etc.

ARTES ESCÉNICAS
La danza es una estupenda forma de desarrollar tres aspectos del pensamiento creativo: la fluidez, la originalidad y la capacidad de abstracción. Por otra parte, hoy sabemos que los mismos circuitos neurales que se activan al realizar una acción también lo hacen al observar a otra persona haciéndola. Estas neuronas espejo posibilitan la imitación, una poderosa forma de aprendizaje.
Los efectos del teatro en entornos escolares aportan muchos beneficios:
• Convierte los conceptos abstractos en conceptos concretos.
• Aborda los contenidos curriculares desde una perspectiva más atractiva.
• Mejora su vocabulario.
• Acerca el aprendizaje al mundo real.
• Permite reflexionar a los alumnos sobre lo que hacen y comparar sus opiniones con las de los demás.
• Fomenta la tolerancia y el respeto por los demás.
• Mejora su autocontrol y su autoestima.
• Suministra un sentimiento de libertad acompañado de responsabilidad.

La Educación Artística resulta imprescindible porque permite a los alumnos adquirir toda una serie de competencias socioemocionales básicas para su desarrollo personal y que, además, les hacen más felices. Y ese es el verdadero aprendizaje, el que les prepara para la vida. El cerebro humano, que es un órgano complejo en continua reestructuración, agradece los retos y necesita el arte.
Teniendo en cuenta los complejos mecanismos cerebrales que entran en marcha durante los procesos creativos, el estimular la participación en el desarrollo de estos procesos facilita una mejor función cerebral y mejor desarrollo de conectividad entre las distintas áreas y funciones cerebrales implicadas. Funciones como la atención, memoria, capacidad visuoespacial, etcétera están directamente asociadas a los procesos de creación artística.

Por Ana María Avila Sanchez Jofre 26 de octubre de 2021
"La mediación fomenta LA RESILIENCIA y el liderazgo positivo" Para comenzar a comentar esta frase creo que es conveniente analizar qué características implica cada uno de estos conceptos. Los principales beneficios de aplicar la Mediación son: Es flexible, permite afrontar desde grandes a pequeños problemas. Restablece la comunicación entre las partes. Implanta una cultura de paz y respeto para la prevención y gestión positiva de conflictos. Desarrolla la creatividad y las habilidades para buscar las soluciones. Disminuye la tensión y los enfrentamientos, ya que se trabaja de manera preventiva contra la violencia y el acoso escolar. Favorece vínculos y responsabilidades por medio de la cooperación y respeto mutuo. Impulsa el cumplimiento de los compromisos acordados de manera consensuada. Estimula el pensamiento reflexivo y crítico. Ayuda a afrontar la realidad y a recuperarnos de la adversidad. Para comenzar a educar en la resiliencia es importante desarrollar las siguientes capacidades: Enseñar a resolver problemas como una forma de superarse y de conocerse a uno mismo. Fomentar la amistad y aprender a ayudar a otras personas. Ayudar a los niños a fijarse metas que sean capaces de alcanzar. Desarrollar su autoestima, motivando la confianza en sí mismos que les ayudara a resolver los problemas y tomar las decisiones adecuadas. Aprender a ver lo positivo de cualquier situación. Por último, el liderazgo positivo ha de apoyarse en las siguientes capacidades: Inspirar confianza, ser coherente entre lo que se dice y lo que se hace. Escuchar a los demás e interesarse por las ideas ajenas Ser proactivo y asumir el control de los acontecimientos. Ser un buen comunicador. Saber desenvolverse ante situaciones complicadas. Tener una visión clara de los objetivos y de los medios. Respetar a los demás. Saber motivar mediante el refuerzo positivo. A partir de las características que implica la mediación como filosofía de vida y enmarcada en la cultura de la paz, podemos observar cómo de las consecuencias que implica implementar la mediación se derivan aquellas cualidades que son necesarias para fomentar la resilencia y el liderazgo positivo.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 21 de febrero de 2021
Aunque parezca difícil muchas personas son emocionalmente dependientes, pero...no se dan cuenta. Aquí tienes algunas pistas: ¿Sientes que tu felicidad depende de otras personas? ¿Te importa mucho (o demasiado) lo que los demás digan o piensen de ti? ¿Te molesta la soledad? Si tu contestación es afirmativa es posible que sufras eso que se conoce como dependencia emocional. ¿Qué es la dependencia emocional? La dependencia emocional es la necesidad constante de recibir de forma explícita afecto, reconocimiento y atención por parte de los demás y puede estar relacionada con una autoestima baja y con sentimientos de inseguridad que hacen que tengamos la necesidad de que constantemente nos hagan caso, nos alaben o nos tengan en cuenta. Esto es un problema más común de lo que se piensa. Otro forma de manifestarse la dependencia emocional es siendo excesivamente complaciente con los demás, cuando se intenta complacer a todo el mundo, que todos estén contentos, que todos están satisfechos aunque TÚ no estés haciendo realmente lo que te gustaría hacer. A veces, si te preguntan qué es lo que quieres, incluso se te olvida qué es realmente lo que te gustaría a ti, e incluso, contestas que con que los demás estén felices ya lo estás tú. Aunque pase más desapercibido, si buscas siempre complacer a todo el mundo por delante de tus deseos, es posible que en realidad tengas miedo al rechazo. Y, ahora, ¿Qué? Aquí tienes algunos consejos: Piensa en ti: en cómo eres, en qué te gusta, imagina qué puedes hacer sin pensar en los demás. Esto no quiere decir que seas egoísta, incluso si quieres hasta puedes tener en cuenta ( es un poco contradictorio) que para hacer felices a los demás hay que ser feliz uno mismo, que para poder cuidar a los demás hay que cuidarse uno mismo. Reconoce que tu estado de ánimo depende de los demás. Para solucionar un problema lo primero es reconocerlo. eso implica que hay que aceptar que tu estado de ánimo no siempre es culpa de los demás sino que nosotros también tenemos que asumir nuestra propia felicidad y nuestros sentimientos o estados de ánimo negativos y positivos. Todo esto es fácil de decir y difícil de conseguir, pero vale la pena hacernos dueños (en la medida de lo posible) de nosotros mismos. Cada persona ha de asumir su propia felicidad porque de lo contrario estamos cargando sobre la espalda de los demás una carga que no les corresponde. Aprende a expresar tus sentimientos y deseos y acepta que no siempre se puede caer bien a todo el mundo o que si alguien te hace una crítica no tienen que ser mala, siempre nos puede servir para mejorar o para aprender. Aprende a aceptarte y a disfrutar de tu propia compañía. Contigo es con quien vas a pasar más tiempo que con nadie y es una relación que vale la pena cuidar. Y recuerda, nadie es perfecto, son nuestras perfecciones y nuestros errores los que nos hacen únicos e irrepetibles. Además la perfección no existe y si existiera seguro que sería muy aburrida. Y si te cuesta mucho poner en práctica estos consejos ,acude a un profesional. Estamos para eso, para ayudarte.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 24 de enero de 2021
La palabra respeto proviene del latín respectus, que traduce atención, consideración. El respeto es equivalente a tener aprecio y reconocimiento por una persona o cosa. Respetar es también ser tolerante con quien no piensa igual que tú, con quien no comparte tus mismos gustos o intereses, con quien es diferente o ha decidido diferenciarse. Respetar no significa estar de acuerdo en todos los ámbitos con otra persona, sino que se trata de no discriminar ni ofender a esa persona por su forma de vida y sus decisiones. el respeto se sitúa en una relación de igualdad. Pero, aunque a cualquiera de nosotros le gustaría que le tratasen con amabilidad y empatía, existen situaciones sociales en las que podemos llegar a experimentar auténtico malestar. Es cuando en lugar de con respeto nos tratan con condescendencia. Es decir, se adaptan y acomodan por benevolencia o indolencia. Esta disposición parte de una supuesta superioridad, o está destinada a remarcarla. El uso de la condescendencia daña la relación entre las personas, sean adultos o niños. Es fácil observar actitudes condescendientes en el trato entre adultos y niños, como si los niños no fueran capaces de razonar o percibir la realidad, cuando equilibran su falta de maduración con una gran capacidad emocional. No todos los niños aprenden de la misma manera, hay formas de aprendizaje más visuales y más manipulativas, pero cuando nos encontramos ante la realidad del día a día los niños que aprenden de forma distinta a la gran mayoría ( TDAH, dislexia, discalculia, autismo..) son conscientes de que, en ocasiones, se les trata con más condescendencia que respeto y sienten cómo una cosa es saber qué adecuaciones hay que utilizar y otra muy diferente entender los motivos para llevarlas a cabo. Las adecuaciones que facilitan el aprendizaje (más tiempo para los exámenes, dar mayor importancia a los contenidos que a la presentación…) han de nacer desde el respeto entendido como el derecho de todo niño a aprender según sus propias capacidades.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 29 de diciembre de 2020
Cada vez se oye hablar más de la importancia de pasar tiempo de calidad con los hijos, pero pasar tiempo de calidad no es incompatible con pasar más tiempo, más cantidad y calidez de tiempo con ellos. Con el ritmo de trabajo existe una gran dificultad para encontrar tiempo para estar con los hijos a diario. Los niños salen del colegio a mediodía o a media tarde y los padres suelen llegar sobre las 8. Ante estas circunstancias llenamos el tiempo libre de los niños con un sinfín de actividades extraescolares o con canguros para que los cuiden. Los niños se tienen que acostar pronto para rendir al día siguiente y los padres tienen muy poco tiempo para poder estar con ellos y durante este tiempo hay que hacer la cena, poner la lavadora, revisar agenda...y, a veces, solo tenemos el tiempo suficiente para contarles un cuento antes de dormir. Esto es una realidad y también es cierto que contarles el cuento o conversar un ratito es muy importante. Otra estrategia recurrente es llenar el fin de semana con actividades familiares de todo tipo para compensar y entretener a los niños. El problema surge cuando nos conformamos con esos ratitos y no valoramos las actividades del tiempo que “no son de calidad”, pero que también forman parte de la vida de los hijos y que podemos llenar de calidez familiar. Por ejemplo, ir juntos a hacer la compra semanal o ayudar en la cocina, tender la ropa… Tampoco hay que estar todo el rato en movimiento,los niños necesitan su espacio para jugar, para aburrirse…Sentarnos junto a él a leer o a trabajar,sin decir nada pero estar a su lado, esos momentos en los que podemos ofrecer a nuestros hijos simplemente nuestra compañía y predisposición a estar por ellos. Por otra parte, no podemos olvidar que hay muchas madres y padres que tienen ellos solos la responsabilidad del cuidado de sus hijos, con trabajos precarios y mal remunerados. En estos casos podemos explicarles que nos gustaría pasar más tiempo juntos, pero dando explicaciones que ellos puedan entender. Las relaciones se tejen con hilos de muchos tipos, de momentos especiales, de miradas cómplices, de apretones de mano, de respiraciones tranquilas, de confianza y amor incondicionales.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 17 de diciembre de 2020
Los niños son capaces de creer en los reyes Magos, en el ratoncito Pérez o en cualquier peluche que tiene vida, pero…no siempre son capaces de creer en sus propias capacidades. Es decir, somos capaces de hacerles creer en la magia, pero nos faltan herramientas para que aumenten su confianza en sí mismos. La confianza en sí mismo es un valor imprescindible, le permitirá aceptar desafíos y enfrentarse a nuevas situaciones sin angustiarse demasiado, le da la energía y el valor necesarios para adentrarse en la vida, enfrentarse a los aprendizajes, hacer amigos y desarrollar su autonomía. Ante una dificultad un niño que tiene confianza en sí mismo creerá en sus posibilidades de triunfar, se dirá que puede hacerlo. La tarea comienza con la actitud de los padres, reconociendo que el niño tiene todas las cualidades y las capacidades necesarias para lograr lo que se propone. Eso supone, para empezar, no tener miedo de todo, no transmitir implícitamente el mensaje de que está rodeado de peligros, de que es preferible no intentar nada para no correr riesgos. Cómo podemos desarrollar la confianza y la seguridad en los niños y niñas Proponles retos que impliquen cierto nivel de dificultad pero que puedan superar. Si van enfrentándose a retos, poco a poco irán desarrollando una confianza en sí mismos. Deja que se enfrenten solos a sus problemas cotidianos. Edúcalos en el valor del esfuerzo. Desarrolla su capacidad de autonomía. La autonomía está ligada a la seguridad, una persona segura será autónoma y viceversa. Los elogios son indispensables para lograr la confianza y hacerla crecer. Cuando elogies hazlo de forma que se especifique qué es lo que nos gusta de su actitud o de su trabajo (cómo ha coloreado un dibujo, su originalidad, cómo ha recogido su juguete, la palabra que ha escrito tan bonita,...) con ello le daremos indicaciones de qué es lo que ha hecho bien, de que está en el buen camino. No debemos dudar en felicitarlo. Normalmente los adultos hemos recibido una educación en la que, sobre todo, se señalaban los errores y se consideraban los logros como lo normal. No se consideraba necesario felicitar por lo que se hacía bien por considerarlo una obligación. La críticas también son necesarias, siempre que sean correctas, pero centrándonos en el comportamiento, no en la persona. En lugar de “eres malo” lo que “ has hecho no está bien”..
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 14 de diciembre de 2020
¿Alguna vez os ha pasado que para que el crío no se aburra o no moleste le habéis facilitado el teléfono móbil o la Tablet? Esta nueva niñera electrónica, que tiene la tarea de distraer al niño, proporcionarle un ambiente de juego termina siendo un peligro. ¿Cuáles son las consecuencias de este mal uso? • Puede interferir en el desarrollo de la empatía y en la adquisición de herramientas para la resolución de problemas, cualidades que típicamente se obtienen mediante la exploración, el juego no estructurado y la interacción con niños de su misma edad. • La exposición temprana a los medios electrónicos en los primeros años de vida (menores de 2 años) tiene un impacto negativo en el desarrollo del lenguaje. El proceso de restructuración cerebral que ocurre en la infancia temprana se ve distorsionado por el reemplazo de las interacciones sociales por pantallas. ¿Qué medidas son necesarias para mejorar el ambiente de los niños? • Reducir el tiempo de exposición a las pantallas electrónicas al mínimo y dejar el hábito de tener "niñeras electrónicas” • Promover el juego y la diversión en casa mediante actividades estructuradas, permitir espacios de juego libre y ocio sano y fomentar la comunicación y las relaciones afectivas. • Restringir el tiempo de uso ya que genera también ansiedad en el niño saber que tiene que terminar sus deberes para poder empantallarse y esto implica que los haga deprisa y corriendo descuidando la correcta realización de sus responsabilidades. Cread en casa un ambiente rico en experiencias de aprendizaje para los niños. Es nuestra responsabilidad como padres divertirnos con nuestros hijos y esto es mucho más importante de lo que parece.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 9 de diciembre de 2020
Recuerdo aquellos tiempos en que nos pasábamos el día jugando y solamente los adultos nos llamaban para comer, asearnos o dormir. Aquellos tiempos en que la imaginación era la reina del día y donde cualquier manta o colcha se podía convertir en una casa, un palacio o un teatro. Pero los padres nos hemos transformado en los garantes de la diversión de nuestros hijos y si el niño se aburre un rato porque se ha cansado de la tablet o de la maquinita, cunde el pánico y nos vemos abocados a una desesperada carrera para conseguir que el niño se divierta. Aquí es cuando el terrible OGRO aparece. Pero pensemos qué podría ocurrir si dejamos (aguantando estoicamente sus malas caras y su presión) que se aburran. Igual nos llevamos una sorpresa porque si los niños se aburren deberán utilizar sus propios recursos para que eso no ocurra, o sea, la creatividad, porque el aburrimiento es el preludio de la creatividad. No subestimemos a los niños, el aburrimiento les facilita poder conectar consigo mismos y buscar actividades que los distraigan. ¿Cuántas veces me los han comentado padres que, después de dejar que sus hijos protesten porque les ha reducido o quitado la maquinita, me dicen lo bien que se lo pasaron jugando a juegos de mesa! Además, para saber salir del aburrimiento hay algo imprescindible: ABURRIRSE. ESTA CAPACIDAD DE SER CAPACES DE SALIR DEL TEDIO NOS HACE MÁS CREATIVOS, MÁS EFICIENTES Y MÁS FLEXIBLES, DESARROLLA LA AUTONOMÍA PERSONAL, EL PENSAMIENTO PROPIO Y LA IMAGINACIÓN. Vale la pena hacer el experimento, ¡deja que se aburra! y si no termina de comprender que tiene una oportunidad, lo podemos ayudar con estos recursos: Anímalo a jugar con algo que no lleve pantalla como un juego o como un reto. Durante ese rato los padres tenemos que dar ejemplo, dejemos el ordenador o la televisión. No vale darle alternativas, hay que dejar que sea él el que las busque. Si le cuesta divertirse vale la pena jugar con él y demostrarle que os lo pasáis bien. También podemos aprovechar para conversar, no para interrogar, preguntando, comentado y siendo un buen modelo de conversador. Interesémonos por lo que hace, cómo lo hace, qué nuevos proyectos tiene y qué necesita para llevarlos a cabo. Y pensemos que cuanto mayor sea el enfado de nuestro hijo por dejar que se aburra, mayor es la necesidad de potenciar dicho aburrimiento.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 16 de noviembre de 2020
Es fácil caer presa de una dinámica de pensamientos negativos, especialmente cuando hemos acumulado varios y hemos generado una inercia que afecta sobre todo a los filtros que utilizamos para procesar la información. Los pensamientos de los que hablamos pueden encadenarse de la misma forma que engorda una pequeña bola de nieve que dejamos rodar pendiente abajo. Así, un pequeño e inocente pensamiento, liberado sin consciencia ni intención, puede terminar convirtiéndose en un gran coloso que contamine todas nuestras emociones, conductas y al resto de pensamientos. ¿Qué hacer con los pensamientos negativos? La vida nos presenta desafíos, muchas veces sin darnos una tregua y sin tener en cuenta los recursos con los que contamos. Tener pensamientos negativos o derrotistas ante este panorama es normal. Sin embargo, alimentarlos, retenerlos o incluso perseguirlos disminuye la calidad de vida y envenena la imagen que tenemos de nosotros mismos. Los pensamientos negativos forman las paredes de tu propia cárcel, una cárcel que creas para ti mismo. Liberarte de tu prisión es tan simple como cambiar tu manera de pensar. El pensamiento negativo en ocasiones duele y en muchas otras condiciona nuestras conductas. Puede hacernos actuar de manera desesperada cuando no hay necesidad o incluso incentivar la posibilidad de tirar la toalla cuando por recursos y habilidades todavía tendríamos mucho que decir. En definitiva, los pensamientos negativos suelen condicionar nuestras decisiones y no precisamente para bien. Saber detenerlos a tiempo Entonces, ¿por qué alimentamos el pensamiento negativo cuando sabemos que nos hace daño? El problema empieza cuando nos saltan los primeros pensamientos negativos y no los tratamos bien. En definitiva, cuando la bola es pequeña y no ha contaminado a todo lo que toca. Con este tipo de pensamientos se da otro fenómeno curioso: incluso aunque seas consciente de que tienes que olvidar ese pensamiento, es muy difícil desactivarlo. Cuanto más piensas en olvidarlo más presente lo tienes. Y ahí te quedas, rumiando una idea que no solo te hace pasar un mal rato, sino que puede llevarte a comprometer gravemente tu salud mental. Cómo desactivar el pensamiento negativo Solo siendo conscientes de nuestros pensamientos negativos podemos tomar medidas para desactivarlos. Las siguientes estrategias te permitirán desactivar el pensamiento negativo y te facilitarán la tarea de pensar en positivo. 1.- Observa tu pensamiento Los pensamientos negativos son generalmente producto de distorsiones cognitivas, o patrones de pensamiento irracional. Obsérvalos como si fueras un espectador. Si no dejas que se apoderen de tu mente simplemente se disiparán. Visualízalos como si fueran troncos que viajan río abajo. Tarde o temprano los perderás de vista. Acepta tus pensamientos negativos y déjalos marchar. También puedes pensar que son como nubes. Los observas pero no los juzgas, de esta forma, no te implicas emocionalmente y no te activas fisiológicamente. Estableces una distancia entre tú y el pensamiento y caes en la cuenta de que no eres tu pensamiento. Para ello, la técnica de mindfulness, sería muy beneficiosa. 2.- Replantea cualquier cuestión que estés rumiando Las rumiaciones son patrones de pensamiento excesivo. Cuando rumiamos una idea lo hacemos convencidos de que podremos solucionar algo solo por pensar más en ello. Algo que, por lo general, es inútil. Debes despejar lo que hay de verdad en tus pensamientos y desechar lo que has creado tú en tu mente antes de empezar buscar una solución. No te extrañes si después de eliminar la fantasía te encuentras que no hay ningún problema, más allá del que has creado tú mismo. Para ello lo ideal es observar el pensamiento sin juzgarlo. Al juzgarlo nos implicamos, le damos un juicio de valor subjetivo. Si lo observamos sin prejuicio, veremos la realidad tal cual es. De este modo, no nos iremos por las ramas pensando una cosa u otra o elaborando diferentes películas en nuestra mente que solo nos llevan a estados de tristeza. 3.- Muévete y actúa físicamente sobre tu pensamiento Cuando te encuentres atrapado en un pensamiento negativo ponte en movimiento. Cambiar el chip para despertar pensamientos positivos no es tan fácil cuando tu mente está ocupada buscando la manera de sufrir. Es un gran momento para salir a dar un paseo, salir a correr, bailar o practicar yoga. No te pares a pensar -tienes la mente muy ocupada-, simplemente dejar que tu cuerpo tome las riendas y lleve a tu mente a otra parte. El hacer ejercicio aumenta los niveles de serotonina y reduce el cortisol, es decir, aumenta la felicidad y reduce la ansiedad. Por lo que ponernos en movimiento cuando nos invaden pensamientos negativos, es una gran idea que, sin duda, nos traerá bastantes buenos resultados. 4.- Evita los disparadores de pensamientos negativos Una canción, una imagen, una lectura, lo que ves en la televisión, la compañía de ciertas personas… En cuando descubras qué estímulos desencadenas tus pensamientos negativos, evítalos. Y, en la medida que puedas, sustitúyelos por otros que despierten en ti sensaciones agradables. No te martirices ni te lo pongas más difícil. 5.- Rodéate de gente positiva y experiencias agradables Si lo que ves, lo que escuchas y lo que lees es positivo, si la gente que te rodea es positiva, será más fácil mantener el pensamiento negativo lejos. Cualquier disparador de pensamiento negativo será más fácil de desactivar si el optimismo te rodea. Los estímulos que nos acompañan en nuestro día a día son muy importantes a la hora de general una buena atmósfera. Así que lo mejor será intentar buscar aquello que nos aporte bienestar. 6.- Repite afirmaciones positivas donde antes pensabas en negativo El pensamiento negativo suele ser un hábito aprendido. Así que, en vez de dejarte invadir por cualquier pensamiento negativo habitual, adquiere el hábito de pensar en positivo en esas circunstancias. Para recordarlo o reforzarlo, puedes tenerlo presente, escrito en un papel, en tu ropa, en el fondo de pantalla de tu ordenador o de tu móvil, o incluso en tu propia piel. 7.- Recuerda que nadie es perfecto y sigue adelante Es fácil detenerte en tus errores. Pero lo único que puedes hacer es aprender de ellos y seguir adelante. Nada va a cambiar por mucho que rumies. Y si lo que despierta tus pensamientos negativos es una debilidad o una limitación, céntrate en tus fortalezas y en tus virtudes. Si no puedes cambiar lo que hay, sácale el máximo partido a lo que tienes. Poseemos el potencial de aprender de cualquier situación por muy adversa que parezca. Así que si cometemos un error, en lugar de fustigarnos, mejor aprender de él. Los pensamientos no durarán para siempre Los pensamientos negativos son fugaces y temporales, salvo que nosotros hagamos por lo contrario. No tienen poder real propio, pero pueden hacer mucho daño si les damos la oportunidad para crecer. Un pensamiento no tiene otro poder que el que tú le das. Los pensamientos negativos ganan impulso cuando se activan. Desactivarlos después es una tarea difícil: ya no es un pensamiento, hablamos de una dinámica. Cada uno es responsable de la manera que tiene de gestionar sus propios pensamientos. Da igual por qué ese pensamiento surgió: lo importante es que puedes apagarlo y que puedes generar un entorno adecuado para que ese tiempo de pensamientos se reduzcan. La clave pasa por detectar esos pensamientos negativos antes de que tengan tiempo de atrincherarse en tu cabeza y conquistar aliados.
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 9 de marzo de 2020
Carlos suele olvidar la agenda en clase. Cuando se acuerda de llevarla a casa es frecuente que no quiera enseñarla. Viendo agendas de niños con dificultades nos encontramos con muchas notas parecidas a las siguientes: "Carlos hoy no ha traído los deberes de matemáticas. Si sigue así suspenderá el curso" "Carlos hoy ha contestado mal a su profesor de gimnasia, esto es intolerable" "Desde hace dos meses Carlos sabe que tiene que traer material para hacer una maqueta, no lo trae porque no quiere" ¿Es extraño que Carlos tenga cierta aversión hacia su agenda? Si un adulto llevara a su casa casi cada día notas negativas de su jefe para enseñarlas a su pareja, ¿estaría satisfecho? La agenda es de Carlos, no es ni del profesor ni de los padres. Una agenda ha de servir principalmente para ayudar a planificar y organizar los deberes escolares y, sin embargo, suele convertirse en una especie de lista de agravios. A veces las contestaciones de los padres a estas notas suelen ser las siguientes: "No me dijo que tuviera deberes de matemáticas. Espero que no se vuelva a repetir" "Me extraña mucho porque en casa no se porta así" "Se lo compramos cuando nos lo dijo y lo llevaba en la cartera. Dice que un compañero se lo ha cogido. Habría que revisar la cartera o quizá lo haya perdido" Si ocurre algún problema en el colegio existen otras vías de comunicación sin obligar al niño a transportar continuamente mensajes de crítica. En cambio, cuando Carlos hace algo bien nadie cae en la cuenta de poner una nota positiva en la agenda... Algunas estrategias para planificar el trabajo escolar Disponer de un horario determinado para estudiar en casa. Si es posible, siempre el mismo. Cada día comenzar a la misma hora. Realizar una rutina cada vez para comenzar a trabajar. (Por ejemplo: merendar, beber agua, dedicar 10 minutos a organizar los apuntes y las tareas, preparar el material necesario... ) Esta rutina ayuda a que el niño o adolescente se sienta dispuesto a trabajar y no tenga ninguna excusa en los primeros momentos para no comenzar con los estudios. También puede servir poner una nota a la vista con los pasos que deseamos que realice de forma que al principio no olvide ninguno. (La rutina se puede pactar con ellos) No olvidemos nunca reforzar cada pequeño progreso . Destinar un lugar adecuado para estudiar o hacer las tareas, si es posible debe ser siempre el mismo. (Por ejemplo: el escritorio de su habitación, de espaldas a la ventana que distrae, con una buena iluminación, en un lugar tranquilo ) Proponer objetivos concretos y reales para cada sesión de estudio y felicitarle cada vez que consigue cumplirlos. Si la tarea es muy larga podemos dividirla en pequeñas partes y establecer pequeñas pausas de descanso por trabajo realizado. Utilizar material que facilite el tomar apuntes en clase o la realización de los trabajos: hojas con margen, utilizar marcadores, bolígrafos de no más de dos colores, carpetas con separadores. Debemos animarles a que utilicen cualquier técnica que les facilite el estudio convirtiéndolo en más activo. Por ejemplo: Escribir a la vez que se estudia (notas, esquemas, resúmenes…muy importantes para controles) Subrayar o marcar palabras o párrafos clave, lectura silenciosa, lectura en voz alta. A veces es muy útil disponer de una grabadora donde puedan registrar los resúmenes. Comenzar con las asignaturas que más le gusten o que le sean más fáciles de forma que se sientan inmediatamente recompensados por un buen trabajo y no caigan rápidamente en el agotamiento o decepción. Alternar asignaturas de diferentes áreas. (Lenguaje, matemáticas, dibujo, ciencias)
Por Ana María Avila Sanchez Jofre 4 de marzo de 2020
La inteligencia social es la capacidad que tiene una persona de entender, tratar y llevarse bien con la gente que le rodea, es la capacidad para comunicarse y relacionarse con otros de forma empática y asertiva. Pero, claro, para poder comunicarse bien con demás es imprescindible conocerse a uno mismo y aprender a gestionar las propias emociones, por esto podríamos afirmar que ambas inteligencias (social y emocional) se encuentran vinculadas entre sí. La inteligencia social es básica para desarrollar las habilidades que nos permiten comunicarnos con los demás, trabajar en equipo y colaborar en la creación de un buen ambiente de trabajo . Todos estas habilidades, facilitadas desde la edad temprana ayudarían enormemente en el desarrollo de actitudes positivas que disminuirían los conflictos y facilitan un crecimiento más integral y amable tanto en el centro educativo, como familiar. HABILIDADES DE LA INTELIGENCIA SOCIAL Control del lenguaje verbal y no verbal así como del correcto uso de la lengua. Estar al tanto de las reglas sociales, costumbres de determinado grupo la interacción con personas de diferentes edades, orígenes geográficos, religiones e identidades culturales. El ejercicio de la escucha efectiva es fundamental para el desarrollo de la inteligencia emocional, ayuda a prevenir conflictos y obtener aprendizajes a través del diálogo. Empatía Adaptarse a diferentes entornos sociales, tener una idea clara de lo que socialmente se espera de nosotros ayuda a reducir el estrés y asegura interacciones más constructivas. ENTRENAMIENTO DE LA INTELIGENCIA SOCIAL Aprender técnicas de comunicación positivas. Aprender a expresarnos de forma asertiva y técnicas de habilidades sociales. Aprender técnicas de escucha y de lenguaje no verbal. Saber ponernos en lugar de la otra persona, entender sus emociones. Desarrollando la capacidad de adaptación sin dejar de ser uno mismo.
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